"(...) Y deseaba ardientemente llegar a viejo, pues siempre había creído que solo es verdaderamente grande y realmente digno de estima el artista a quien el destino ha concedido el privilegio de crear sus obras en todas las etapas de la vida humana" Thomas Mann
Las cosas difíciles de entender son por lo general aquellas que revelan lo realmente esencial en este oficio perpetuo de existir, pero que, por sí mismas, poco dejan entrever hasta que no se las vive, hasta que no se las goza, hasta que no se las sufre.
¿Qué quiere decir felicidad antes de haber dicho con el estómago revoloteando: soy feliz?
¿Qué es la tristeza antes de haber sentido un torrente de lágrimas y sentires que perduran días, semanas, porciones significativas de tiempo?
¿Qué quiere decir amor antes de haber visto a través de los ojos de ese otro un universo entero, antes de haber sido desnudado con una mirada, con un gesto, con una sonrisa?
Antes de todo solo hay palabras: palabras que ansiosas buscan ser preñadas de significados vivos y palpitantes. Las palabras buscan siempre significar, y esa búsqueda de significado es lo que los paseantes del presente llamamos existencia.
Hoy me perdí preguntándome sobre la muerte, sobre la ausencia, sobre el olvido. Y tal vez llego a la conclusión de que: a la muerte no la conozco, la he visto de lejos; la ausencia ha sido un ciclo al cual me he resistido inútilmente, ya que si hasta a veces estoy ausente para mis mismo, qué decir para los demás; y el olvido es siempre, mientras no tengamos certeza de dónde y cuándo termina el futuro, inevitable.
Muerte, ausencia y olvido. Todas, de alguna manera, manifestaciones del no-ser. De la nada que eclipsa al algo; de la nada que, nunca lo sabremos, puede que sea solo una sombra, que sea algo y no exista en sí misma más allá de ser mero ocultamiento. Si la respuesta a la pregunta de ¿Por qué hay algo en vez de nada? Es: no hay nada porque nada es sombra, y por lo tanto sombra es algo… solo nos queda alumbrar las sombras, desocultar lo oculto y, si es el caso, des-alumbrar lo que resplandece. Por eso el olvido, al igual que el recuerdo, son opciones, son fenoménicamente experimentables.
Tal vez el esfuerzo del artista, de quien sublima, es salir al paso a esa sombra que es la nada, es tender puentes entre el algo y la nada, es ocultar lo que es obvio y alumbrar lo que estaba antes oculto. Se debate entre ser esto y ser lo otro, entre dejar de ser para llegar a ser.
Hoy una sombra te ha cubierto, David. Llámese como se llame: muerte, finitud, ausencia. Esa misma sombra que hoy te ha ocultado ha hecho que el juego de contrastes se altere de tal forma que, esta noche, resplandece aquello que antes estaba oculto, que antes no se vislumbraba. Entre esos fulgores está el sentido de tu arte y tu vida: del arte que es vida y la vida que es arte, de la vida hecha obra de arte y por lo tanto vivida de principio a fin cuál obra, que culmina para reiniciar en el mundo de lo eterno, le intemporal, lo que está más allá de nosotros que paseamos por la vida. Tu hoy terminaste este paseo y te fundiste en el horizonte con aquello que nos dejaste a quienes aún seguimos paseando en nuestro eterno presente.
Hoy, luego de vivirlo y sufrirlo, entiendo qué es David Bowie para mí.
David fragmentos eternos de sonidos e imágenes, de amuletos que llevan historias de caminos recorridos, de fantasías deseadas y hechas realidad. Un día soleado y una amistad que nace es para mí ese fragmento llamado Oh! you pretty things; una sonrisa tímida y escapista en medio de un hostil despertar lleno de dificultades y preocupaciones es tu Starman; una mirada nostálgica, un cigarrillo dedicado al pasado y a quienes se van dejándome en mi soledad es un rock and roll suicide; un dulce momento de feliz aislamiento en mi cuarto es un sound and visión; un sentimiento místico de ser uno con el mundo y sentir la belleza misma es un Warsaza; unas ganas irrefrenables de los placeres mundanos de fiestas, noches interminables de embriaguez y diversiones de bares y discotecas o parques fríos de madrugada es un Whatch that man o un Diamond dogs; las nostalgias y sentires de la política que es arte y vida puesta en riesgo por crear posibilidades de otro mundo distintito son un We are the dead y un Rebel Rebel; los oscuros ánimos de decepción y desprecio por el mundo son un Station to station o un Cracked actor; los enamoramientos son un Soul love; el primer amor será siempre para un mi un The Prettiest Star; las búsquedas y los coqueteos fallidos serán un Drive in Saturday; las necesidades cambiar y seguir viviendo pese a ello serán un muy sentido Changes; los momentos de absoluta felicidad y gloria siempre serán un Heroes.
De ti me quedan muchas canciones, muchos fragmentos eternos; porque las canciones no son de uno, pero viven a través de uno que las escucha, que las lleva como amuletos y las ata a algún momento memorable de su propia vida.
Finalmente, a través lo que es David Bowie para mí, te dedico una última y única canción.
Adiós, David.
"I'm not a prophet or a stone age man
Just a mortal with the potential of a superman
I'm living on"

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